Vivimos en un mundo revuelto. Pandemia, guerra, crisis energética, pobreza… así que, me he puesto a reflexionar sobre lo complicado que es resolver conflictos, y sobre en el papel que tenemos en esto quienes nos dedicamos a Educar para Transformar.

Decía Carl Jung “ Hasta donde podemos discernir, el único propósito de la existencia humana es encender una luz en la oscuridad del ser».

Pero, ¿realmente podremos algún día encender esa luz?

Me sale responder que sí, pero visto lo visto, muchas veces pienso que no.

Aunque lo que sí está claro, es que si somos capaces de encender esa luz, la podrá encender únicamente la educación.

Como dice la Ley espiritual de Correspondencia «como es adentro es afuera».

Así que, si fuera hay tantos conflictos a nivel político y social, tenemos que mirarnos individualmente por dentro, porque en algo gordo estamos fallando!

Cada uno de nosotr@s afrontamos los obstáculos a nuestra manera. Algún@s desde la agresividad y nerviosismo, otro@ desde la pasividad y la evasión, y algún@ que otr@ desde la franqueza y la amabilidad.

¿Te suena esto de algo si lo relacionas con el panorama internacional?

Lo que es cierto, es que lo más útil e inteligente es hacer frente a estas situaciones, y aprender de ellas. Porque aunque nos incomoden, son muy necesarias si sacamos algo en limpio y conseguimos alcanzar una solución conciliadora.

Frente a los extremos de agresividad y pasividad, también existen personas con habilidades sociales y comunicativas que ayudan a convivir con los demás de manera cordial y constructiva.

Y ahora estarás pensando, pero a la hora de la verdad ¿cómo lo consiguen?

Pues tirando de empatía, asertividad y escucha activa, habilidades esenciales para poder mantener relaciones positivas con los demás.

Y ¿por qué te cuento todo esto?

Porque a la vista de los últimos acontecimientos, creo que es crucial y muy importante que el ser humano madure en este aspecto.

Y nosotr@s, los trabajadores de lo social, los que educamos para transformar, tenemos mucho que decir y que aportar.

Es algo que tenemos que trabajar de manera individual para interactuar de manera social.

Es fundamental ponerse en los zapatos del otr@, y escuchar y atender para así poder expresar lo que pensamos y sentimos.

Esto se llama asertividad, y la ausencia de ella nos está causando muchos problemas, en los hogares, en las aulas y en el mundo.

Si quieres ver algo más sobre la asertividad entra en este enlace donde puedes encontrar herramientas que ayuden a entablar relaciones sociales positivas aquí

Para nosotr@s que nos hemos propuesto educar para transformar, es muy importante conocer y hacer uso de estas habilidades y tenerlas entrenadas.

Pero también debemos de ayudar a que otras personas las entrenen, aprovechando el poder transformador del ocio educativo.

Mira estas propuestas, seguro que te sirven de ayuda cuando trabajes con grupos de niños:)

Pero no solo existen los conflictos sociales ¿qué hay de las dificultades individuales que nos encontramos en nuestra vida cotidiana y que provocan emociones negativas y frustración, en tantas ocasiones?

Tod@s en algún momento de nuestro camino nos hemos encontrado con obstáculos grandes o pequeños a los que hacer frente, y nos hemos preguntado “cómo salgo de esto”.

Pues bien, cada un@ de nosotr@ intentamos gestionar esas “crisis” a nuestra manera, y no siempre podemos sol@s con ellas.

Nuestras habilidades personales, junto a nuestras experiencias, nos ayudaran a seguir adelante y salvar los obstáculos que nos encontremos.

Entre esas herramientas están estas dos, de las que podemos y debemos echar mano continuamente:

  • La paciencia que nos ayuda a ver (con tranquilidad y reflexión) que todo pasa.
  • El aprendizaje de lo vivido (una vez que ha pasado el mal trago).

Si necesitas o quieres leer un poco más sobre esto, Jung fue un psicólogo que estudió y buscó herramientas con las que afrontar y salvar las adversidades. Aquí nos da pistas de cómo conseguirlo de manera positiva.

El resumen.

Para avanzar personal y socialmente, estaría bien aprender del pasado, y hacer uso de él ahora, y así proyectarlo en el futuro para no cometer los mismos errores.

¿Crees que esta reflexión, si la hiciera de manera profunda quien ha decidido la barbarie, podría haber evitado la guerra?

Al final todo está relacionado.

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